En el corazón de Polonia la destilería Polmos-Szczecin mantiene su más preciado tesoro en una sala donde duermen una cuidada selección de barricas de roble que en el pasado contuvieron whisky de bourbon.
Dentro de ellas reposan durante diez años algunos de sus líquidos más valorados, aquellos que dan lugar al vodka Starka, el único vodka envejecido del mundo.
Un distinguido placer para el paladar al alcance de los verdaderos amantes del vodka.
En el paladar, delicados aromas de vainilla, caramelo, miel con un trasfondo ligeramente picante y un equilibrio muy agradable.
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